Arquitectura popular

La arquitectura es definida no sólo por las funciones para las que se crea, sino también por las manos que la crean. Así, la arquitectura popular no es otra que la creada para desarrollar funciones del pueblo, usos inmediatos para la vida rural y, como es lógico, es también diseñada y creada por aquellos que de ella se servirán. Así, arquitecturas populares son los hórreos, las pallozas, los molinos o los cruceiros y petos de ánimas.

Hórreos

Aunque no sólo existen en Galicia (también hay ejemplos en Asturias y Cantabria), su presencia en territorio gallego está muy extendida. Básicamente, son lugares de almacenaje de cereales. Por sus características, sirven también para secar el cereal, mantenerlo lejos de la humedad y de los animales. Generalmente combinan piedra y madera en sus materiales, aunque presentan diversas tipologías según la zona. En Galicia siempre se ha asociado el tamaño del hórreo con la riqueza de la familia: a mayor tamaño, mayor capacidad de almacenaje, lo que habla también de mayor cantidad de terreno y mejores cosechas.

Pallozas

La palloza es una construcción popular y tradicional, de planta circular, con paredes de piedra y cubierta por un tejado vegetal con forma de cono. Su peculiar fisionomía es habitual sobre todo en tierras de la Sierra de Os Ancares. Su forma es posiblemente heredera de las edificaciones de la cultura castrexa.

Molinos

El cultivo de los cereales ha tenido siempre una presencia e importancia fundamentales en Galicia, tanto para la alimentación de la  población como de los animales. Además, la geografía gallega está plagada de múltiples ríos y regatos, a orillas de los cuales se levantaron molinos para facilitar el consumo y tratamiento de los cereales, aprovechando la fuerza del agua.

De hecho, hay muchas rutas de senderismo que recorren senderos junto a molinos recuperados.

Además de los típicos molinos de viento —poco habituales en Galicia— y los que están a pie de río, hay otro tipo: son los molinos de mareas. Un molino de este tipo aprovecha el movimiento de las mareas para su funcionamiento. Lo más habitual es que se construyan en ensenadas que forman los ríos en su desembocadura. Un ejemplo de esta tipología es Pozo do Cachón (Muros, A Coruña).

Cruceiros

Los cruces de caminos están asociados a leyendas. Esto es así en las más variadas culturas de todo el mundo. Galicia no podía ser menos. En las encrucijadas gallegas es muy habitual encontrarse con un cruceiro, monumento religioso dominado por la escultura de una cruz y que posiblemente busquen llevar la presencia de la religión a lugares dominados por las supersticiones paganas. También se levantan en las proximidades de ermitas o atrios de iglesias.

Petos de ánimas

Al igual que sucede con los cruceiros, encrucijadas y atrios de iglesias son los lugares más habituales donde encontrar los petos de ánimas. Estas construcciones están muy relacionadas con el culto a los muertos y con la vida en el purgatorio. En ellos se realizan limosnas y tributos para las almas que no encuentran descanso.