Cultura castrexa

Durante la llamada Edad de Hierro, durante un total de ocho siglos, las tribus de la zona se empiezan a organizar en pequeños poblados fortificados que reciben el nombre de castros. Los castros estuvieron habitados entre los siglos VI a.C. y I d.C, cuando ya se empiezan a abandonar con posterioridad a su romanización. De todos modos, el mayor desarrollo de la cultura castreña se da durante el siglo III a.C.

Con una concentración más alta de ejemplos cercanos a la costa, estos poblados se ubican en lugares estratégicos, desde los cuales se puede dominar visualmente el territorio que los rodea.

En Galicia se conservan miles de vestigios de castros. De hecho, es fácil rastrear la relación entre la existencia de un castro y la creación de una aldea moderna, en un punto menos elevado con respecto a aquel donde surge el poblado castrexo.

Término «castrexo«

Existen yacimientos que atestiguan la existencia de la cultura castreña por todo el territorio europeo. Sin embargo, las peculiaridades de la zona de la actual Galicia y norte de Portugal, hace que se adopte el término castrexo para referirnos a los ejemplos de esta zona (desde el norte de Galicia hasta el río Duero en Portugal).

Castro de Elviña (A Coruña)

Cercano a la Universidade de A Coruña y situado entre los dos campus (Elviña y A Zapateira), concretamente en el alto conocido como Os Curutos, el Castro de Elviña es un buen ejemplo de la cultura castrexa que existió en toda la zona de Galicia y de la que permanecen abundantes vestigios. El Castro de Elviña no ha sido excavado en toda su superficie, pero sí se pueden apreciar múltiples elementos que atestiguan su importancia y tamaño.

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