Terras do Miño

La Reserva de «Terras do Miño» está delimitada en su mayor parte por la cuenca alta del río Miño. En este territorio se distinguen dos unidades geomorfológicas destacadas: la Meseta de Lugo y las Sierras Septentrionales.

El conjunto fue declarado Reserva de Biosfera el 8 de noviembre de 2002.

Con un total de 363.668,9 ha, su territorio engloba 26 municipios: Abadín, Alfoz, Baralla, Begonte, Castro de Rei, Castroverde, O Corgo, Cospeito, Friol, Guitiriz, Guntín, Láncara, Lugo, Meira, Mondoñedo, Muras, Ourol, Outeiro de Rei, O Páramo, A Pastoriza, Pol, Rábade, Riotorto, O Valadouro, Vilalba y Xermade.

La Meseta de Lugo, con una altitud de entre 600 y 350 metros, se encuentra rodeada por rebordes montañosos: al norte Serra do Xistral, Serras Centrais de Galicia al este y la Cordillera Cantábrica al oeste. La parte sur de la reserva está ocupada por el tramo medio del Río Miño, a lo largo del cual surca encajonado, en contraste con la planicie más pronunciada de la cuenca alta.

Mapa RB «Terras do Miño» (fuente: Red Española de Reservas de la Biosfera)

¿Qué es una Reserva de la Biosfera?

Dentro del «Programa sobre el Hombre y la Biosfera» de la Unesco, las Reservas de la Biosfera son herramientas de protección de espacios representativos de los diferentes hábitats del planeta, tanto marítimos como terrestres.

Así, entre los objetivos principales de la Reserva —además de la propia conservación— están la recuperación, la interrelación del ser humano con la naturaleza, la puesta en valor del patrimonio natural, histórico, cultural, artístico, arqueológico, etnográfico y folclórico, etc.

Para cumplir sus funciones correctamente, las Reservas de la Biosfera deberán contar con tres tipos de zonas:

  • una o varias zonas núcleo, cuya principal función es la conservación;
  • una o varias zonas tampón que amortigüen los efectos de las acciones humanas sobre las zonas núcleo, y
  • una zona de transición, donde se promuevan actividades económicas sostenibles para favorecer el desarrollo socioeconómico de las poblaciones locales

* Para saber más sobre esta y otras herramientas de protección de Patrimonio Natural, pincha aquí

¿Cómo se estructura la RB “Terras do Miño”?

Organización en zonas (núcleo, tampón y de transición)

Zona núcleo

Las zonas núcleo comprenden las áreas de mayor valor ecológico, por lo que se busca que en ellas exista una muestra representativa de los paisajes, ecosistemas y especies que se busca conservar mediante la figura de protección de Reserva de Biosfera.

En el caso de Terras do Miño, esta muestra se agrupa en dos grandes tipos: los paisajes del agua y los paisajes de montaña del Xistral.

Paisajes del agua

Los paisajes del agua abarcan cauces y afluentes principales del río Miño, así como los bosques aluviales asociados a ellos y diversos medios lacunares.

En total, esta muestra ocupa una superficie de 14.440 ha (el 41 % de las zonas núcleo). Gran parte de esta zona, un 30%, se encuentra actualmente protegida mediante su declaración como el Lugar de Interés Comunitario conocido como Parga – Ladra – Támoga.

Paisajes de montaña, de Serra do Xistral

Los paisajes de montaña del Xistral, comprende la sierra de su mismo nombre. Abarca una superficie de 21.064 ha (59 % de la zona núcleo).

Entre sus hábitats más característicos destacan las turberas altas y de cobertor acompañadas por brezales húmedos. Es importante mencionar también las plantaciones forestales, de pino en su mayoría, las cuales albergan localizaciones con turberas y especies de interés.

Esta zona también se ha declarado recientemente Lugar de Interés Comunitario, llamado Serra do Xistral, representa el 100 % de esta zona núcleo.

Zona tampón

Con la intención de amortiguar el impacto sobre la zona núcleo, dentro de la Reserva de la Biosfera se define la zona tampón. Las actividades desarrolladas en esta zona han de estar necesariamente reguladas.

En el caso de «Terras do Miño» ocupan casi las 80.000 ha, un 22 % de la superficie de la Reserva.

Dentro de la zona tampón de la RB «Terras do Miño» se localizan cuatro grandes unidades: la unidad contigua a los paisajes del agua, la contigua a los paisajes de montaña del Xistral y las estribaciones montañosas.

Unidad contigua a los paisajes del agua

A ambos márgenes de los paisajes del agua (unidad integrante de la zona núcleo), se encuentra una franja de 300 metros que rodea dichos cauces. Se trata de una delimitación que se adopta en lugares puntuales con la intención de proteger hábitats de interés comunitario.

Unidad contigua a los paisajes de montaña del Xistral

De igual modo que la anterior, esta unidad contigua a los paisajes de montaña del Xistral tiene como objetivo la amortiguación de posibles impactos sobre la zona núcleo, en concreto sobre la unidad de paisajes de montaña. Así, rodea en parte la Serra do Xistral. En esta unidad se proponen formas de desarrollo compatibles con los paisajes, ecosistemas y las especies a proteger.

Estribaciones montañosas

En la cuenca alta del río Miño se localizan estribaciones montañosas situadas a más de 600 metros de altitud. Estas son las unidades correspondientes a la unidad de la zona tampón que nos ocupa. El objetivo: proteger las cabeceras de los arroyos que dan origen a los ríos y regatos que drenan el territorio de la reserva.

Zona de transición

La zona de transición abarca más de 240.000 ha (el 68 % de la superficie total) y en ella se encuentran la gran mayoría de los núcleos de población y actividades productivas. Se plantean en esta zona soluciones innovadoras para la compatibilización de desarrollo económico y medio ambiente.

Otras figuras de protección presentes dentro de la RB «Terras do Miño»

Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) Parga-Ladra-Támoga

Se encuentra dentro de la zona núcleo de la RB «Terras do Miño», dentro de la muestra de paisajes de agua (de cuya extensión ocupa el 30%). Cuenta con una superficie de más de 5.000 ha y se localiza en la cuenca alta del río Miño, entre las localidades de Xustás y Lugo.

Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) Serra do Xistral

Ocupando una superficie de total de 21.064 ha de la zona núcleo (el 59 % de dicha zona), este LIC es una muestra destacada de los paisajes montañosos protegidos dentro de la Reserva de Biosfera.

Las turberas activas de Cobertor de la Serra do Xistral son representaciones únicas de este tipo de humedales, considerado como un hábitat prioritario. Estos humedales de montaña albergan una rica y rara flora briofítica, plantas superiores y comunidades de invertebrados.

Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) Ría de Foz-Masma

Esta zona declarada como LIC se encuentra entre A Mariña central y oriental de Lugo, en los ayuntamientos litorales de Foz y Barreiros e interiores de Mondoñedo Lourenzá.

El río Masma es un buen representante de los ríos de la vertiente cantábrica gallega: de corto recorrido (46,2 km), nace a unos 900 metros de altitud. Presenta un importante poder erosivo que se traduce en amplios valles como el de Mondoñedo. El Masma desemboca formando una de las Rías Altas, con llanuras intermareales rodeadas de marismas.

Completa este LIC la Ría de Foz, cerrada por las playas de A Rapadoira, en el margen izquierdo, y la playa de O Altar, en el derecho. El estuario es un punto de parada migratoria e invernada de aves reconocido internacionalmente.

El litoral de Foz en su conjunto consituye un sistema de gran riqueza ecológica, elevada calidad ambiental e interés paisajístico.

Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) Sierra do Careón

Integrante de la Dorsal Gallega, esta sierra cuenta con 6.662 ha de extensión y abarca los ayuntamientos de Agolada, Friol, Melide, Palas de Rei, Santiso y Toques. Presenta una altitud media de 550 metros y máxima de 798, en el monte Careón. En esta sierra nacen los ríos Narla (afluente del Miño), Pambre, Seco y Furelos (estos tres últimos, afluentes del río Ulla).

Patrimonio Natural

Esta Reserva incluye en sus áreas montañosas septentrionales (LIC Serra del Xistral) una importante superficie de humedales, ya sean éstos de montaña o asociados a depresiones naturales. Conforman un complejo de humedales de gran importancia para la conservación de la biodiversidad del suroeste europeo, ya que, por sus características, se propician la existencia de este complejo de humedales como de un sistema de pequeños acuíferos interrelacionados con el sistema fluvial.

En el norte, la Serra do Xistral (LIC) alberga una importante superficie de humedales de montaña, conformados por brezales húmedos, turberas altas y turberas de cobertor. En el caso concreto de las turberas de cobertor de Serra do Xistral son las únicas representaciones de este tipo en la Península Ibérica y albergan una rica flora e invertebrados.

Tanto en las sierras como en las partes más bajas del territorio, la Reserva presenta bosques climácicos conformados por variadas especies de robledales y reboleras (Quercus robur, Quercus pirenaica), con una grande diversidad de especies vasculares. Por su parte, los tramos fluviales de las áreas de menor altitud y baja pendiente muestran bosques aluviales y de galería.

Por su parte, los bosques de ribera poseen poseen más de 60 especies características de ambientes nemorales. Así, los canales fluviales albergan una gran diversidad de especies de flora y fauna. Hay que señalar también que en estos distintos ecosistemas (especialmente en los humedales) se encuentra un importante número de especies protegidas (Directiva Aves y Hábitat) y especies incluidas en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas y en el Catálogo Gallego de Especies Amenazadas.

Patrimonio Cultural e Histórico-Artístico

Los numerosos vestigios de épocas pasada hablan de la presencia humana desde tiempos muy antiguos en esta zona. Los yacimientos en cueva (A Valiña y Castroverde), en abrigos rocosos (Pena Grande) y los campamentos al aire libre (Xestido), son ejemplos destacados de la riqueza de esta zona. El Museo de Prehistoria y Arqueología de Vilalba alberga una buena colección de vestigios de estos primeros pobladores.

Llegado el Neolítico, la adopción de agricultura y ganadería significó en la zona una aumento de asentamientos. Encontramos tanto yacimientos ocupacionales (Prado do Inferno, Muras) como «medoñas» (elementos funerarios) emplazados en lugares recogidos. En la reserva existen más de 200 restos de monumentos funerarios correspondientes a la Edad de los Metales, destacando por su abundancia los municipios de Vilalba y Guntín. Del mismo periodo son también los grabados rupestres presentes en la zona, destacando la zona de Guitiriz.

Llegando ya a la Edad del Bronce y a la Romanización, aparece la fortificación de los núcleos habitados en este período: hay un total de 302 ejemplos de castros catalogados en la zona, aunque no todos excavados. Sin duda, de época Romana, destacan las Murallas de Lugo, fortificación de la capital de la provincia y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000, así como los numerosos vestigios de la época en esta ciudad.

Con la Edad Media llega la expansión de las estructuras religiosas. Del prerrománico destacan las piezas conservadas en el Museo Provincial de Lugo, especialmente los Relieves das Saamasas (s. VI). El románico, estilo muy presente en Galicia, trae consigo la creación de una gran cantidad de iglesias. De hecho, la propia catedral de Lugo se empieza a construir también en el siglo XII, en pleno Románico.

El gótico será la evolución de la actividad e ideales desarrollados durante el período anterior y significará la intervención en muchos de los edificios existentes (es el caso de la Catedral del Lugo). También se crean nuevas construcciones vinculadas a las órdenes mendicantes: el Convento de Santo Domingo (s. XVII) y el Claustro del Convento de San Francisco (s. XV), ambos en Lugo, o la fachada del Monasterio de Santa María de Meira.

También desde etapas medievales los vestigios de arquitectura popular (hórreos, caneiros, molinos, etc) y civil (torres defensivas, pazos, plazas, castillos o fortalezas) están presentes en la zona.

En la Edad Moderna, especialmente durante el Barroco, Galicia vive una importante actividad. Del Renacimiento datan obras como la Torre Vella de la Catedral de Lugo o el claustro del Monasterio de Meira, así como pinturas y esculturas conservadas en Parga, Fonteita, Ferreira de Pallarés o Lugo.

Algunas de las principales manifestaciones artísticas barrocas gallegas se encuentran en Lugo (Capilla de la Virgen de los Ojos Grandes, claustro de la Catedral, iglesia de San Roque y la Casa do Concello) y en Mondoñedo (Santuario dos Remedios y el retablo mayor y órganos de la catedral). También se conservan numerosas esculturas, pinturas y obras de ingeniería.

Si atendemos al patrimonio inmaterial (aunque necesitado de mayor estudio), destacan la rica toponimia del territorio, las leyendas, los festejos tradicionales y los oficios tradicionales de la zona (canteiros, ferreiros, tecedeiras, carpinteiros, serranchís, fiandeiras, tecedeiras, afiadores, feirantes, seitureiros, curtidores, zapateiros, telleiros y muiñeiros). En muchos de estos empleos se puede apreciar la influencia de la colonia judía presente en el territorio.

También dentro del patrimonio inmmaterial, se puede citar el reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad del Camino de Santiago (Camino del Norte y Primitivo), que discurre por la reserva (más información sobre el Camino dentro de la Reserva, en este enlace)

Infraestructuras y Centros de interpretación en la Reserva «Terras do Miño»